La Medicina Integrativa aborda al paciente de modo integral, uniendo al uso de la medicina convencional, la medicina complementaria que incluye apoyo psicológico, nutrición, terapias energéticas y cuidado físico.
Siempre que se usa la Medicina Integrativa se obtienen mejoras en el estado de salud global del organismo, ya que mediante sus técnicas no invasivas, se busca restaurar la capacidad curativa natural de cada paciente, en la medida de lo posible. Esto se puede observar en :
-Mejoría de la capacidad del sistema inmune en la defensa frente a las infecciones.
-Desintoxicación global por activación de la eliminación de las toxinas.
-Equilibrio del sistema nervioso y sus manifestaciones orgánicas.
-Mejora de la nutrición con su efecto sobre la biota intestinal y el metabolismo.
-Atenuación o curación de los síntomas en las enfermedades activas.
-Mejoría de las patologías crónicas de enfermos polimedicados.
Debido a que la Medicina Integrativa actúa sobre la totalidad del organismo optimizando su capacidad de respuesta, en principio cualquier enfermedad puede ser tratada o mejorada con su intervención. También resulta útil en el campo de la prevención para personas sanas ,como medicina antienvejecimiento y en deportistas que quieran mejorar su rendimiento. Algunas de las patologías que vemos más frecuentemente son:
-Fatiga crónica, fibromialgia y síndrome químico múltiple.
-Insomnio, stress, ansiedad y depresión.
-Patologías artrósicas degenerativas y trastornos musculoesqueléticos inflamatorios.
-Patologías digestivas con dispepsia, colon irritable, diverticulitis o estreñimiento.
-Enfermedades crónicas de larga evolución que no mejoran con los fármacos habituales.
-Procesos oncológicos que buscan un tratamiento de apoyo coadyuvante.
-Enfermedades alérgicas, rinitis, sinusitis y bronquitis de repetición.
-Mejora del rendimiento deportivo mediante técnicas biológicas.
-Infecciones crónicas, candidiasis de repetición y cistitis.
-Enfermedades metabólicas y obesidad.
El objetivo es poner a disposición del paciente todos los instrumentos que estén a nuestro alcance para lograr la curación o mejoría de las enfermedades. Para ello la Medicina Integrativa realiza una historia clínica detallada, pruebas biológicas específicas y una exploración física adecuada. Seguidamente, valora el estado global de cada paciente y sus capacidades de reacción para diseñar un plan individualizado que permita la puesta en marcha de sus mecanismos naturales de autoreparación. Se puede utilizar para ello la fitoterapia, la nutrición, la suplementación ortomolecular, las terapias bioreguladoras, el ejercicio físico controlado o la práctica de la relajación guiada, entre otras muchas.
La medicina integrativa nace en Estados Unidos en la década de los 90, para dar respuesta a la necesidad de compaginar los tratamientos de la Medicina Clásica con los de la Medicina Biológica y Complementaria que los pacientes demandaban. Fue entonces cuando se creó la NCCAM (National Center for Complementary and Integrative Health ) agencia federal que se ocupa de su estudio y difusión. Más tarde se funda el Consorcio Académico de Medicina Integrativa, órgano dedicado a la investigación y la enseñanza de la Medicina Integrativa, que actualmente incluye a las mejores universidades de todo el país.
La relación médico-paciente en medicina integrativa se ejerce dentro de un compromiso mutuo. En éste , el médico es empático, participativo y dispuesto a trabajar en equipo, mientras el paciente debe responder siendo responsable y proactivo para realizar los cambios necesarios en su estilo de vida.